2 de marzo de 2010

Situación económica después de la Independencia


 “Fue más difícil obtener recursos que contraer deudas”


En el periodo de la Guerra de independencia, la situación económica resultaba tan difícil como la política. México, era un país que vendía materias primas, como los metales y algunos cultivos, y compraba productos manufacturados; pero no eran suficientes. Se habían roto lazos de comunicación en el territorio y no era posible que el Estado solucionara el cobro de impuestos, de tal modo que los gastos del propio gobierno no podían cubrirse. No se organizó debidamente el sistema fiscal por lo que el país se vio en la necesidad de admitir apoyo de extranjeros. Se acudió a préstamos para resolver los compromisos de pago, debido a que la hacienda pública estaba vacía. La fuga de capitales por la salida de algunos españoles acaudalados se sumaba al problema.
“Billetes en lugar de monedas”


Con motivo de Banco de Londres la guerra la producción agrícola y minera habían descendido y para contrarrestar los efectos de la falta de circulación monetaria, se decidió la emisión de papel moneda por un valor de cuatro millones de pesos. En vista de que fue un fracaso, en el gobierno de Maximiliano se creó el, México y Sudáfrica, y circularon nuevos billetes. Años más tarde instituciones como el Monte de Piedad y el Banco Nacional de México fueron autorizadas a emitir billetes que serían los únicos admitidos en las oficinas recaudadoras de la federación.
Las inversiones llegaron de fuera”

Librado el comercio, podría ser territorio apropiado para que compañías manufactureras y mercantiles se ubicaran en distintos puntos del país, sin embargo, la situación político-militar no fue propicia para que se diera un intercambio de comercio favorable, debido a que los jefes militares aprovechaban el control que ejercían en una zona para brindar protección, cosa que les generaba ganancia.
“¿Era libre el comercio en el siglo XIX?”



Durante décadas perduró el carácter local y regional del intercambio; y también, el interés de los comerciantes de acumular las ganancias en lugar de invertirlas para incrementar la circulación de los productos. Un número importante de población rural consumía solamente los productos que les propiciaba la tienda de raya, por lo que mantenía a los trabajadores del campo endeudados con el dueño de la hacienda. Este tipo de costumbres impedía que más personas participaran en la economía social. Poco apoco se fueron abriendo más comercios, muchos de ellos estaban en manos de extranjeros que se establecieron en diversas regiones del territorio nacional.
“De todos modos faltaban recursos”




Aunque las inversiones y el fortalecimiento de mercados locales produjeron circulación de dinero, no fue posible resolver en un corto plazo el problema de la hacienda pública. Se hacían negocios entre particulares y la ganancia era para los prestamistas, de manera que por muchos años la situación del gobierno siguió siendo desesperada. Y muy pronto se solicitó un préstamo al Tribunal Mercantil del Consulado, es decir, a los comerciantes que junto con algunos productores fueron los más beneficiados porque al no pagar impuestos incrementaron sus utilidades.
“Los bienes de la iglesia debían cambiar de dueño”




Los gobiernos liberales, para disminuir el poder económico de la Iglesia, tuvieron que evitar que los civiles fueran presionados para pagar diezmo, lo que impidió que la Iglesia no hiciera más préstamos. También aplicaron las leyes de nacionalización cuyo objetivo fue despojar a las corporaciones de sus propiedades, en especial a la iglesia, y a las comunidades que no producían, y de ponerlas en venta.
 “La minería, la agricultura y la industria necesitaban impulso” 


La minería era la actividad más productiva durante el gobierno colonial, sin embargo, las guerras provocaron que funcionara básicamente para proveer de material a las diversas casas de moneda que rentaban los gobiernos locales y nacionales.
En la primera etapa de la agricultura se mantuvo la producción de lo que se consumía en espacios restringidos, puesto que los circuitos comercial eran pequeños. En las haciendas se modificar las técnicas de producción para poder competir en el mercado de productos agropecuarios. En lugares con mayor número de población producían más cereales, así como la caña de azúcar. En lugares como Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Campeche se producía la grana cochinilla, añil, el palo de tinte, la vainilla, la madera, y el café.
La industria fue característico de algunos mexicanos como Lucas Alamán quién estableció manufacturas para la industria textil. Para apoyarla se creó el Banco del Avío una institución que duró muy poco (1830- 1842).
Las dificultades geográficas del país y la falta de comunicaciones obstaculizaron el abastecimiento de las manufacturas y la venta de productos. 
“Apoyar el comercio exigía abrir rutas de comunicación” 


El problema de la comunicación fue un gran obstáculo, aunque algunos espacios del territorio buscaron formas de entrar en contacto con los países vecinos para aprovechar las ventajas de liberación del comercio. En cambio, los estados del centro del país resintieron la falta de comunicación, por lo que aprovecharon su cercanía con los puertos para beneficiar su comercio. Un proyecto para resolver la situación era unir el puerto de Veracruz y la Ciudad de México por medio del ferrocarril. Así, el gobierno de Juárez aceptó el contrato hecho entre el Imperio de Maximiliano, y los inversionistas estadounidenses para proceder a su construcción, a pesar de que estaría listo hasta 1872. Pero en el Porfiriato, las redes de ferrocarril estuvieron disponibles para más de 25000 habitantes de todas las ciudades.
“Las regiones y los paisajes también cambiaban con el siglo”

México al independizarse de España mantuvo la traza de muchas de las regiones que se habían ido conformando en los siglos de vida colonial. Algunas provincias de Centroamérica formaron parte del país durante un periodo muy corto, en cambio, Chiapas (que formaba parte de ellas) se estableció de forma permanente.
En el aspecto administrativo, la delimitación no cambió demasiado cuando se impulsó el sistema federal, debido a que se aprovechó la existencia de la división en intendencias y gobiernos y se les convirtió en Estados. Se crearon Querétaro y Tabasco; las dos Californias, Nuevo México y Tlaxcala fueron considerados territorios federales, es decir, no se gobernaban como los estados sino que dependían del gobierno de la Federación. En el sistema federal los estados gozaban de una relativa independencia de gobierno; esto motivó que las capitales y ayuntamientos constitucionales adquirieran importancia, al mismo tiempo que los pueblos indios la perdían. Además, las disposiciones de los gobiernos liberales provocaron también algunos cambios en el campo, porque rechazó a la propiedad comunal de la tierra hizo que se dividiera de manera distinta.